Si eres una escort de cierto nivel te habrás dado cuento que hay clientes que acuden a nosotras como para ser escuchados, que buscan tan sólo una buena conversación. En estos casos, es necesario que saquemos a relucir nuestras habilidades sociales y que ejerzamos de psicóloga, pues básicamente lo que busca el cliente es sentirse bien.
■Empatiza: Comienza preguntándole cosas superficiales de su vida. Muestra interés en lo que dice y hazle preguntas pertinentes. Trata de encontrar puntos en común y dirige la conversación hacia ellos.
■Evita falsedades: Déjalo que él exponga su visión, y sé abierta. Expón tus puntos de vista sin entrar en polémica y evitando conflictos. El asentir y estar de acuerdo con todo es una postura muy falsa, que puede resultar contraproducente.
■No hables de lo que no sepas: Es muy probable que algunos clientes toquen temas que desconozcan. Si tu conocimiento es limitado, dilo. Si el tema te resulta incómodo intenta educadamente cambiar de tema o desviar la atención a otro tema, si te es interesante, dile que sientes curiosidad.
■Deja que sea él quien dirija la conversación: A menos que el cliente te lo solicite, evita hablar de ti, especialmente de tus problemas. En caso de que lo pida, elige tus aficiones, intereses o gustos, pero trata de no acaparar.
■Aprende a entenderlo: Míralo siempre con cuidado, y si sientes que está aburrido, molesto o distraído, cambia de conversación. Recuerda, tú tienes otros amigos para hablar libremente, en ese momento, estás dando un servicio.
■Nunca juzgues: En tu trabajo, oirás confesiones de ciertos hábitos o costumbres que a ti te resultarán inusuales. Trata de no mostrar desagrado, ni juzgues su conducta. A fin de cuentas, otras personas podrán encontrar tu trabajo como cuestionable.